A lo largo de la historia, las actividades laborales se desarrollaron en un centro de trabajo, (dejando a un lado los servicios que, por su naturaleza, necesitan de otras cosas) en el que una persona contratada se trasladaba desde su hogar hasta su lugar de actividad laboral; hoy, el home office se abre paso.
Y no es que esto haya desaparecido, sino que, después de siglos en las que la raza humana trabajara de esta forma, el desarrollo de tecnologías junto a una pandemia obligó a muchas empresas y negocios a buscar alternativas que solucionaran este problema; laborar de manera presencial en medio de este escenario ya no era óptimo.
Debido a eso, una gran cantidad de PyMES (pequeñas y medianas empresas) que no contaban con el capital, la tecnología y la infraestructura para solventar esta inesperada necesidad, cerraron sus puertas permanentemente.
Por otro lado, muchas medianas empresas y grandes compañías que contaban con esos recursos, lograron implementar estrategias que solucionaron el “problema” de tener empleados laborando de manera presencial.
El principal resultado fue enviar una gran cantidad de colaboradores a realizar sus actividades laborales desde su casa, es decir, implementaron el home office.
Lo anterior, por supuesto, se llevó a cabo con los empleados que, por sus funciones y a través del uso de dispositivos electrónicos, podrían seguir laborando de esa forma.
A pesar de que este modo de trabajo no se inventó a raíz de la pandemia por COVID-19, esta sí fue la gran catalizadora que detonó esta tendencia laboral, y con el paso del tiempo, esta innovadora manera de trabajar ha ido creciendo.
El home office antes y durante la pandemia.
De acuerdo con el portal Expansión, especializado en economía, finanzas y negocios, antes de la pandemia, el 30% de las organizaciones en México otorgaban de uno a dos días por semana a sus colaboradores el trabajo desde casa.
A raíz de la contingencia sanitaria, eso cambió, y a lo largo del 2020, aproximadamente un 74% de las compañías se cambió a un esquema de trabajo remoto completo.
Por otro lado, de ese porcentaje, el 53% otorgó un esquema llamado “flex time” o “tiempo flexible”. Adicionalmente, el 10% no implementó ninguna política al respecto, esto derivado de que sus actividades esenciales no les permitían llevar a cabo esta modalidad.
Los resultados en la productividad al cambiar la modalidad de trabajo en las empresas a un esquema laboral desde casa o flexible fueron los siguientes: “el 55% de las compañías tuvo un efecto positivo; el 41% tuvo un incremento importante. En la parte de la colaboración, el 68% afirma que la participación entre equipos ha sido consistente, mientras que el 24% destaca que hubo un incremento en la misma”.
¿Cómo ha avanzado el trabajo remoto durante la pandemia?
Como bien se mencionó, la pandemia fue el gran detonante para que muchas empresas tomaran con seriedad la implementación de tecnología y esquemas laborales que permitieran continuar desarrollando de manera efectiva las actividades de los colaboradores con la modalidad home office.
Sin embargo, la mayoría de las empresas que comenzaron a permitir esta inclusión laboral a la cultura corporativa a partir de la crisis sanitaria, realmente no estaban preparadas para colaborar a distancia.
La utilización repentina de dispositivos electrónicos para el trabajo y la comunicación, resultó más caótica de lo que se pudo haber imaginado.
El desorden, la falta de organización y el abuso de las videollamadas reflejó una clara falta de capacitación para que los empleados comprendieran cuándo y cómo se debía hacer.
El principio fue algo desastroso y resultaba más problemático, no obstante, con el paso del tiempo y más de dos años después, las empresas lograron buenas planeaciones y formas de trabajo con la modalidad de home office.
Actualmente, este “trabajo remoto” evolucionó a nivel general para llegar al punto de no solo ser implementado por una cuestión pandémica o de emergencia, sino que ya se convirtió en una forma de trabajo común que hoy ofrecen muchas empresas.
De hecho, hoy en día en una gran cantidad de puestos laborales permiten la modalidad home office o modelos híbridos, lo que indica que medianas y grandes empresas están preparadas, al igual que los candidatos.
A pesar de la incertidumbre con la que se iniciaron las actividades laborales desde casa al principio de la pandemia, hoy en día es comprobable que esta forma de trabajo ha incrementado la productividad, lo que permite que cada vez más empresas se sumen a otorgar esquemas laborales más flexibles tanto para las organizaciones como para los colaboradores.
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Fuentes: Expansión.