A nivel mundial, se está viviendo una de las peores crisis económicas de los últimos años. Esto es provocado por la pandemia por COVID-19 que paralizó al mundo entero, además de los recientes acontecimientos en Ucrania. Es así como los precios se han disparado prácticamente en todo el mundo, por lo que comenzamos a observar las consecuencias de la inflación.
Si bien esto puede notarse en nuestros bolsillos, las pequeñas y medianas empresas (pyme) se ven afectadas especialmente por esta situación. A continuación, profundizaremos más detalladamente en este tema.
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Causas y consecuencias de la inflación en México
En una economía de mercado, los precios de los bienes y servicios pueden presentar cambios, ya sea un incremento o disminución de su valor de adquisición. Hablamos de inflación cuando se produce un aumento general de los precios, por lo que pueden adquirise dichos productos. Las consecuencias de la inflación provocan un desequilibrio entre la oferta y la demanda, lo que se traduce en una disminución del poder adquisitivo de las personas.
Desde hace unos años, esta situación ya se había hecho notoria a nivel mundial. En Europa en estas últimas semanas, los datos de inflación se han disparado. En marzo de este año se alcanzó el 9,8%, cifras máximas históricas que no se habían visto desde hace más de 30 años.
La situación en México no es diferente: la inflación general en nuestro país se aceleró en el mes de junio y también ha alcanzado su mayor nivel en 21 años. Hasta esta fecha, la tasa interanual se ubicó en un 7,9%, de acuerdo con cifras del Instituto de Estadística y Geografía (INEGI). Esto supone un 0,84% de incremento en comparación con el año anterior.
Se han implementado ciertos programas para contener el precio de los alimentos y la gasolina. Sin embargo, esto no ha sido suficiente, pues en junio se cumplen 13 meses consecutivos de incrementos en los precios. De momento, gran parte de los productos registran precios elevados, lo que afecta negativamente al consumidor ya que le es más difícil adquirir dichas mercancías.
¿Cómo afecta esta situación a las pyme?
Las consecuencias de la inflación también tienen grandes efectos negativos en las empresas. En primer lugar, los costes de producción y las materias primas incrementan pero difícilmente se puede aumentar la tarifa de los productos finales que se comercializan. De hacerse, se impulsaría aún más la inflación y la economía entraría en una espiral negativa. Si se decide, en cambio, disminuir los precios debido a las demandas poco flexibles, afectaría la economía de la empresa y, a largo plazo, a la empresas del mismo sector.
Por otra parte, ocurre una situación conocida como “el impuesto oculto”, que se refiere al aumento de los costes de compras, de bienes de equipo como maquinaria, de activos como alquileres y de costes de suministros, energía, gasolina etc. Esto genera un menor margen general y de liquidez así como una menor capacidad para acumular capital que permite reinvertir en mejoras competitivas.
El Índice Nacional de Precios Productor (INPP) ha tenido un aumento del 10,9% desde que empezó la pandemia en México hasta el mes de junio de 2022, según cifras del INEGI. Los sectores que se han visto más afectados por esta situación son los de la minería, la construcción y la manufactura. Éstos son los más expuestos a las consecuencias de la inflación debido a la escasez de semiconductores e insumos para construcción.
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¿Cómo amortiguar los efectos de la inflación en las empresas?
Como se ha visto, la inflación es una fuente de riesgos y de incertidumbre para las pyme. Sin embargo, hay una serie de acciones que se pueden tomar para evitar que los efectos negativos creen una crisis en las empresas.
Lo primero que se debe hacer es analizar las cifras durante la inflación. Se ha mencionado que hay incrementos en los costes, sin embargo, estos no siempre son simétricos. Es por esto que deben acomodarse los posibles desfases para no afectar la rentabilidad del negocio y poder tomar las medidas necesarias.
A partir de esto, hay que equilibrar las deudas que existen en las pyme y evitar que se generen más. Aunque a primera vista, un endeudamiento puede parecer ventajoso en tiempos de inflación, lo cierto es que esto dificulta la refinanciación de la empresa. Además, una de las posibles consecuencias de la inflación es un aumento en los tipos de interés de los préstamos, por lo que a largo plazo puede convertirse en un problema más grave.
Por último, también hay que replantearse los proyectos de inversión, ya que debido a la inflación estos pueden perder su sentido. Esto puede llevar a dos acciones concretas: liquidarlas de la manera más ordenada posible o realizar algún cambio. Con esto, se evitará perder dinero valioso para la empresa y podrá volver a utilizarse en algún inversión que retribuya económicamente.
En conclusión, los efectos de la inflación ponen a prueba a las pyme de todo el mundo. De momento no se sabe con certeza cuánto durará el episodio inflacionista, por lo que es necesario tomar acciones para evitar que se genere una crisis dentro de la empresa.
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